El primero se casa con una argentina.
El día después de la boda, el hombre dice a su ya esposa que debía tener la casa super limpia cada día...lavar la ropa, fregar los platos, etc. etc. Al hombre le costó ver las mejoras un par de días, pero al tercer día ya vió que la casa estaba reluciente.
El segundo hombre se casa con una rusa.
Al día siguiente le dió órdenes de limpieza en la casa, la ropa, y todo lo referente al cuidado de la casa. Al siguiente día ya empezó a ver mejoras.
El tercer hombre se casa con una vasca.
Al día siguiente, el hombre le sugirió que debía esmerarse en que la casa estuviera limpia, los platos limpios y en su sitio, la ropa lavada, planchada y guardada, y la comida y cena siempre listas esperándolo a que él llegara del trabajo. El primer día el hombre no vio nada, el segundo tampoco. Al día siguiente la hinchazón del ojo derecho ya se le estaba bajando y comenzaba a ver un poco con el izquierdo, el brazo ya no le dolía tanto y pudo prepararse un bocadillo él solito, vaciar el lavavajillas y tender a secar la ropa antes de sacar la basura.
Fíjese patroncito que juimos al dotor y le dije: “Mire dotor, es que tenemos un problema: mi mujer y yo queremos tener condescendencia y no podemos, pero no sabemos si es porque yo soy omnipotente, o mi mujer es esmeril.
Desdiantes juimos a otro dotor y nos dijo que mi mujer tenia la vajilla rota y la emperatriz subida, y como ademá la operaron de la basílica, no sabemos si eso tiene algo que ver.
A mi, desdiace años mi operaron de la protesta y a lo mejor eso me dejó escuelas en el cuerpo.
Nos dijeron que juéramos con otro dotor, pero en la capital, que dizque era muy güeno. Con dicirle que en la consulta tenía dos teles conetadas a una antena paranoica.
En esa consulta, a mi mujer le hicieron una coreografía y el dotor nos dijo que no veía nada raro y nos recomendó que hiciéramos el cojito a diario.
Entonces por 15 días ella y 15 días yo, nos estuvimos haciendo los rencos, pero nada.
Nos juimos a otro dotor que nos dijo que hiciéramos vida marítima más seguido. Y nos juimos pallá, pa la costa, y en todas las playas hicimos vida marítima, pero nada, eso no ha injluido.
Más bien yo lo que creo es que mi mujer es frigorífica, porque nunca llega al orégano, pero ella dice quesque lo que yo tengo es un problema de especulación atroz, pero un compadre me dijo que ella puede ser libiana.
¿Usté qué piensa patroncito?
Y el patrón le respondió:
Gumer, yo creo que tu mujer te está engañando. Ella debe estar tomando pastillas anticorrosivas.
Un señor se encuentra con su amigo que lo había venido a visitar después de varios años y luego de una larga y tendida conversación éste le pregunta:
Juan, ¿Qué fue de tu viejo?
Mi padre murió en un accidente.
Pero que lastima, no sabía nada.
Sí, fue tremendo pero sé que sus últimas palabras
me las dijo a mí.
¿Ah si? ¿Y cuáles fueron?
¡No muevas la escaleraaaaaaaaaaa!!!!!!!!!
